Y así, en un aparente abrir y cerrar de ojos han pasado ocho años desde que Oh la Flor pasó de ser una idea, un mail a amigos y familia pidiendo votaciones de nombres, unos cuantos sombreros a los que no quisiera hacer control de calidad hoy en día…, a un proyecto en el que cientos de mujeres llegan a nosotras con la confianza de que nuestro trabajo —y de paso sea dicho, nuestro corazón— las acompañe el día de su boda, bautizo, comunión, viaje, celebración…
Me presento: mi nombre es Pilar Celorio aunque la mayoría me conocen como Pilu. Si me preguntas mi edad tengo que restar al año actual mi año de nacimiento porque soy un despiste para retener ese tipo de datos… En este momento el resultado es 35 :), aunque siempre fui un alma vieja a quien todavía le gusta saltar charcos, subir montañas, cantar y bailar. Llevo viviendo en México 9 años y el viaje sigue siendo una aventura fantástica.
Confieso que cuando empecé con este proyecto sabía muy poco acerca de tocados. Aprendí a base de prueba y error, de observar mucho, aplicar el sentido de la lógica e inventar también. Soy arquitecta de estudios y mis primeros conocimientos de empresa los adquirí escuchando a mi padre a la hora de cenar, así que podrás imaginarte que a pesar de haber tenido a un gran mentor en casa arranqué con más corazón que experiencia.
Cuando me pregunto qué es lo más importante en mi empresa, y supongo que se podría extrapolar a muchas, mi respuesta es clara desde hace tiempo: trabajar con gente buena de espíritu. Parece una idea muy simple, pero no lo es. Considero vital que la actitud hacia el trabajo esté cargada de ilusión y cariño. Que nosotras nos enamoremos tanto del tocado que vamos a vender como quien va a comprarlo. El talento se puede desarrollar; La inteligencia es muy importante, pero hay que aprovechar la diversidad de inteligencias que hay en todxs. Lo que sin duda no es negociable aquí, es que uno de los principales valores es en nuestras vidas sea hacer el bien, ser amor y paz con nosotras mismas y lxs demxs. Y de ahí, naturalmente deriva la responsabilidad, cariño y compromiso que vertemos en nuestro trabajo.
Y con este corazón abierto y dispuesto han llegado a Oh la Flor mujeres que en los 45 min que dura una cita me han enamorado hasta el punto que sentí imperativo compartir sus historias. Y no lo niego… conocerlas más para escribir este suplemento dominical me enriquecerá en cientos de aspectos, ¡y yo nunca dejaría escapar una oportunidad así…!
Primero lo primero. Para que todo esto funcione hay un gran equipo detrás a quien también presentaré con la calma que merece a través de estos domingos. Ese equipo bueno del que te hablaba… En este momento estamos al pie del cañón Tere, Mirna, Marixose, Vivi y una servidora. Pero esto no significa que muchas más otras personas no vayan y vengan por aquí ayudando a que la máquina siga marchando ya sea con fotos fantásticas, consejos, diseño, colaboraciones, palabras de apoyo, crítica constructiva, un pdf del ¡Hola! con la última Royal Wedding del año, referencias de inspiración o un comentario en Instagram para darle fuerza a las redes.
Y algunos dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno. No sé qué tan universal sea esa afirmación pero sí que estamos el la era de más TikTok y menos lectura así que hasta aquí llega mi introducción. Ojalá te haya cautivado para que las siguientes semanas quieras descubrir a estas mujeres que, créeme, te enriquecerán.
Que escojas ser inmensamente feliz con todo lo que el 2023 traiga a tu vida.
¡Todo lo mejor y sólo lo mejor hoy y siempre!
Pilu Celorio
Directora Creativa de Oh la Flor